Mascota Digital
Una mascota digital, también conocida como mascota virtual, es un tipo de compañero para humanos, de carácter artificial. Su uso principal es el de la compañía y entretenimiento, sustituyendo en algunos casos a las mascotas reales. La interacción con las mascotas virtuales puede tener o no objetivo. En el primer caso, el usuario puede tener que mantenerlo vivo tanto como le sea posible y a menudo ayudarlos a crecer. Mantener viva la mascota a menudo exige alimentarla, limpiarla y jugar con ella. Si la interacción no tiene objetivo, el usuario puede explorar el carácter de la mascota y disfrutar del sentimiento de construir una relación con ella. A menudo estos juegos usan efectos visuales o interacciones realistas para hacer que la mascota parezca viva y dé sensación de realismo a los usuarios. Algunas mascotas virtuales, como los Tamagotchis y los Giga Pets, se venden en pequeños ordenadores empotrados autónomos. En ese caso una pequeña pantalla muestra una imagen de la mascota, mientras los botones de la carcasa permiten al usuario efectuar diferentes acciones, como dar de comer o jugara con la mascota.
Los sitios web son donde más ejemplos de mascotas digitales se pueden encontrar. Suelen ser gratuitos y accesibles para todos. En estos mundos puede jugarse para ganar dinero virtual, que suele gastarse en objetos y comida para las mascotas (eje: Facebook).
Para dar sensación de realismo a los usuarios, la mayoría de las mascotas digitales tiene cierto nivel de autonomía e impredictibilidad. El usuario puede interactuar con la mascota y este nivel de personalización puede aprovecharse para hacer más exclusiva la mascota. La personalización incrementa la sensación de responsabilidad hacia la mascota por parte del usuario.
Algunas personas sugieren que las mascotas virtuales son preferibles a las reales por varias razones. Tener una mascota virtual en lugar de una real asegura que ésta no sufrirá y que puede servir de entrenamiento antes de adoptar una mascota real. Otras sugieren que la experiencia estimulada de las mascotas virtuales carece de las restricciones del mundo real que nos permiten aplicar la ética substantiva.
test Filed under General | Tags: entretenimiento, juego, mascotas, relaciones, virtual. | Comments (6)6 Responses to “Mascota Digital”
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muy interesante la entrada! además yo soy usuaria de ese juego y me encanta, es una buena manera de simplificar juegos como los Sims en una red social tan concurrida como Facebook. un saludo!
Em trobe entre els que empren el Pet Society de Facebook! Tot i que visite regularment el joc, per tant m’incloc a la meua crítica, trobe que és una considerable pèrdua de temps que no reporta res (a banda d’entreteniment, però no prescissament de qualitat) i que no podria mai simular el posseïr una mascota real. Igual val per als Tamagotchis. Torne a dir que estic inclosa a la meua crítica, són addictius, vaja!
Salut!
Yo también soy usuaria del juego y, si bien creo que sí que es entretenido, me parece fatal que haya que pagar tanto para conseguir una personalización «de calidad». Las moneditas se consiguen visitando a tus amigos, jugando, bien… Pero en todas partes se puede leer «Get cash» y cosas así para comprar cosas para la mascota con dinero real. Podría comprenderlo, quizá, si el juego permitiese algo más de interactividad, o fuese, al menos, en 3D…
No tenia ni idea de que existían este tipo de mascotas. La verdad es que me parece muy curioso y a la vez divertido porque me recuerda a la era del tamawochi (no se si se escribe asi) o del flurbi…que tiempos aquellos…
Comprendo que a la gente puedan gustarle este tipo de juegos y mascotas. Pero nunca he entendido ni entenderé que los puedan comparar con las mascotas reales. Pienso que hay muchas cosas que la virtualidad no puede sustituir, y los sentimientos y la relación hacia los animales reales son algunas de ellas.
No quiero ser el impertinente de turno, pero este tipo de avances son antinaturales. Recuerdo el boom de los tamagotchi y la proliferación de leyendas acerca de niñas que se suicidaban porque se les había muerto el bicho. En serio, me da miedo como degenera la gente hacía el aislacionismo. ¡Con lo bonito que es tener un perro de verdad!